domingo, junio 24, 2007

El adios de la revista mono en cifras

La Revista Mono termina después de poner en el mercado nuestro mejor número Perdedores (Verano, 07) por agotamiento. Los cuatro monos que impulsamos esta locura estamos cansados y con ganas de pensar en otras cosas. Yo que lo he vivido desde dentro puedo decir que la Revista Cultural Mono ha sido posiblemente una de las revistas, e incluyo en esto a fanzines, peor gestionadas de la historia. Conseguir los contenidos siempre fue lo más fácil, maquetar la revista fue cada vez más trabajoso, distribuirla un problema sin solución y conseguir ingresos de publicidad o de otro tipo una calamidad. Cuando conseguíamos terminarla ya no nos quedaban ganas ni fuerza para moverla y mucho menos para pelear por publicidad y lo que es más difícil cobrarla. Los anunciantes que decidieron colaborar con nosotros pagando religiosamente tienen un planeta de los simios para ellos solos. Me dijo Velasco una vez que los grupos españoles tardan mucho en separarse y en general tiene razón. A nosotros nos ha llegado el momento y lo hacemos más amigos que cuando empezamos, satisfechos de haber hecho en cada momento lo que podíamos. El blog seguirá su vida, la pagina web envejecerá hasta morir en el olvido de las cosas inútiles y supongo que por separado haremos otras cosas que serán peores, mas sencillas y espero que más divertidas. Han sido seis años de aventura, el primer número nos ocupó parte del 2001 y el 2002, llevaba como tema central el título de “ Plagio” y afortunadamente nunca vio la luz. Tardamos tanto en hacerlo que al final se nos murió de viejo sin visitar la imprenta. “La noche americana” salió a la calle en Diciembre del 2002 y lo presentamos en el 2003, fueron 350 ejemplares que nos ponía en órbita. Desde ese número hasta este último de Perdedores, ocho son las diferentes revistas que conseguimos poner en circulación, sin contar el número en inglés que elaboró y coordinó el artista Daniel G. Andujar como un proyecto propio para una exposición en Stuttgart en el 2005. Visto con perspectiva hay algunos datos que hablan del trabajo realizado en estos años : 516 páginas publicadas, casi 4. 500 ejemplares impresos, más de un centenar de recomendaciones de libros, discos, exposiciones y otros acontecimientos,85 artículos, diez entrevistas y colaboraciones de más de una decena de artistas de primer orden nacional e internacional. Calculando de manera rápida la aventura de estos años nos acerca a una inversión que supera los doce mil euros y unas perdidas que deben rebasar los seis mil. Pagar tu revista te hace más libre y a lo mejor más imbécil pero lo hemos pasado muy bien. A este balance apresurado deberíamos añadir varios cambios de pareja y casa, dos reformas, varias elecciones perdidas, muchas frustraciones deportivas, la llegada de Iris, algunas cenas y cada vez menos drogas, muchos conciertos, exposiciones, libros, películas, litros de café torrefacto y descafeinado los sábados en el Iruña, ataques de ansiedad, gripes, constipados, abrazos, un viaje a Barcelona, cuatro presentaciones, algunas mejor que otras, y un montón de cosas más que quedan para nosotros. Ninguno hemos conocido el éxito ni hemos ampliado nuestro número de amigos, no hemos conseguido un gran reconocimiento público, ni otros medios donde publicar nuestros rollos que no tuviéramos ya - lo digo por mono 4 que si tiene donde escribir- Ni siquiera he encontrado al hombre interesante y culto al que pensaba conocer y seducir y pese a todos estos fracasos nos vamos con la satisfacción del deber cumplido y del trabajo bien hecho. ¡¡¡Estaremos colgados!!! Mono3

martes, junio 19, 2007

lunes, junio 11, 2007

Azar y contracultura


Hace unas semanas topé en televisión con una entrevista a Pepe Ribas, fundador de la revista Ajoblanco, de la que tanto aprendimos siendo jóvenes y que, aún hoy, es para nosotros referencia de un modo de hacer una revista de tendencias: textos y contenidos con fotos y diseño a su servicio. Poco que ver con la actualidad, en la que las revistas modernas –que además son gratis- suelen ser meros soportes publicitarios que buscan como excusa algunos textos que en el fondo y en la forma dan igual. Ribas era entrevistado porque acaba de publicar un libro Los 70 a destajo. Ajoblanco y libertad, una especie de autobiografía en la que relata sus experiencias aquellos años de cambio político en los que se gestó su proyecto editorial. Su actitud pasional y de iluminado en el relato de la transición, alejado de la versión edulcorada a la que estamos acostumbrados, me resultó fascinante y decidí que me iba a comprar el libro cuanto antes. Al día siguiente tuve una señal de orden económico que apuntaba en la misma dirección: al salir hacia el trabajo me encontré un billete de 20 euros en mitad de la calle. Ese mismo día me hice con el libro de Ribas y lo estoy disfrutando por su manera sencilla de narrar y por los personajes que transitan sus páginas: Rosa Regás, Esther Tusquets, Carlos Barrall, la gauche divine…y tantos otros que hoy ni se recuerdan a sí mismos cuando eran hippies. Creo, sin embargo, que merece la pena la lectura de ese relato de la contracultura en este país.

No entiendo la actitud de los teléfobos, porque algunos descubrimientos se hacen en la tele, como el del libro de Ribas. En sentido contrario pero complementario, el otro día contemplé perplejo una tertulia televisiva de nivel intelectual: Manuel Delgado, Ramón de España y otros profesores universitarios en canal 33 hablando de contracultura. Comentaban con mucha ironía que no existe en España tal cosa y si lo hace es de forma residual y poco organizada. Incluso señalaban con sorna el simulacro que supone considerar a Ignacio Ramonet y a Manu Chao como contracultura. Es probable que tengan razón desde su óptica universitaria, pero no se nos puede escapar que ellos como representantes de la cultura institucional no pueden hacer más que negar la existencia de la contracultura. Además, todos ellos pertenecen generacionalmente al relato de Ribas pero saben que el sueño de aquellos años no les pertenece, es de otros que, hoy, sí que hacen cultura a la contra.

jueves, junio 07, 2007

Reflexiones de una votante de izquierdas desorientada

Peor que la derrota, es la derrota inesperada. Peor que la derrota inesperada es a veces la explicación de esa derrota. A nadie se le ocurre criticar a los consumidores que no compran tu producto, bueno si, se le ocurrió a Gloria Marco pero es que me da la sensación que nunca creyó en el futuro de su oferta multimarca. Una de las constantes de la globalización es la de la aceleración de los tiempos. Las fidelidades estructurales dejaron paso a pensamientos débiles y estos abrieron la puerta a un individuo- consumidor que se mueve entre el interés particular, la oferta , la demanda y cada vez más ajeno a la procedencia social. ¿Sí no hay un sustrato estructural que determine si debemos optar por un 206 o por un Golf porqué deberíamos creer que estos condicionantes si existen a la hora de orientar el sentido del voto? Las dinámicas de consumo han entrado de lleno en la esfera política. El hiper- individuo busca las sensaciones y las certezas que más le acomodan en cada momento. Este capitalismo de burbujas y fusiones, de grandes eventos y accidentes, amenazas lejanas e hipotecas vertiginosas disuelve los perfiles de esos estratos sociales y los sustituye por demandas individuales muchas veces contradictorias. Todos somos iguales en el centro comercial, unos más iguales que otros pero eso es lo de menos, todos buscamos esa marca que nos de prestigio. El consumidor de promesas políticas se decanta por mensajes claros que alejen las incertidumbres. “Con nosotros seguirás avanzando”. “ Con nosotros habrá estabilidad y agua”. “ Tenemos el mejor de los mundos posibles”. “ Todos los problemas son culpa de los otros”. “ Estamos muy bien y con nosotros todo será mejor”. “Hemos puesto a Valencia en el mapa”. “Con nosotros habrá formula 1 y cualquier cosa que puedas soñar”. Si un partido te garantiza el futuro y otro unos kilómetros de carril bici o un audífono gratis la elección ofrece pocos problemas: mayoría absoluta y desmoralización entre los consumidores más fieles. El otro día Joan Ignasi Pla se asomó a una radio para presentarse como el hombre que debe conducir el proceso de renovación del PSPV. Es muy difícil pedir a los que se han asegurado sus trabajos cuatro años más que dejen paso a otros que puedan refrescar y prestigiar la marca. Los cargos son los que son, madre no hay más que una, y a ti te encontré en la calle. Si te niegas a moverte eso no evitará que todo siga girando. A Joan Ignasi le pasa como ese vencedor de OT, después de luchar dentro de la academia y salir ganador del concurso frente a otros artista como Joan Romero , Ana Noguera, etc, se presenta a Eurovisión dos veces seguidas y lo tumban ¿ Debería seguir presentándose por mucho concurso que ganará en su día? El triunfador Bisbal Camps un señor estirado, triste y con olor a cirio ha vendido sus canciones hasta en esos lugares que pensábamos consagrados al flamenco , el heavy y al reaggeton. El aire acondicionado y el tecno nos ha igualado y todos nos sentimos clase media. Si hemos conseguido pasar frío en nuestro salón en agosto y estamos apunto de que nos instalen el lavavajillas ¿Para qué cambiar? Si el electorado teme el cambio, las promesas se deberían adecuar para mantener esas voluntad de transformación al tiempo que se ofrece seguridad. Tony Blair, en los noventa, dio toda una lección de cómo seducir a un electorado conservador sin perder a sus consumidores tradicionales. A lo mejor es que el producto que se oferta no interesa o, lo que es peor, se desconoce. Si los tuyos no te compran y se quedan en casa entonces el problema aún es más grave. Las próximas elecciones han empezado ya y toca inventarse un paraíso nuevo si quieren que lo compremos. Tienen que creerse que pueden ganar y convencernos que eso es lo mejor que nos puede pasar. Si sólo se preocupan por asegurar sus puestos de trabajo muchos consumidores el día de las elecciones se irán a ver el mar. Mono3










martes, junio 05, 2007

Estribillos gilipollas

“Sha- la -. La claro que si sha – la- la –la tras un balón siempre hay un niño”. A mi me parece un gran estribillo, pero después de leer e Mono 2, estoy totalmente equivocada ¿Cómo se me ocurrió ignorar un concierto de Bossa Nova en catalán en el Teatro el Musical y malgastar un sábado en el Black Note disfrutando con la Costa Brava , entre humo, cerveza, conversación y algún empujón.? ¿ Qué habría pensado si me llega a ver cantando a pleno pulmón canciones fantásticas como “Amor bajo cero”, “El cumpleaños de Ronaldo”,” Novias con el pelo largo”, “Natalia Verbeke” o el hit incontestable “Adoro a las pijas de mi ciudad?”. Visto ahora con perspectiva mis padres malgastaron su dinero pagándome unos estudios para terminar brazos en alto gritando “ las chicas modernas enseñan las piernas las chicas de barrio levantan las manos”. Sin duda eso es acabar la noche tristemente ( Mono 2 dixit). Y lo peor no es eso, pensándolo bien no hay ninguna canción de Bossa Nova cantada en catalán que me emocione, me divierta, me traiga viejos recuerdos , besos no dados o que tan siquiera pueda recordar. Estoy que vivo sin vivir en mi porque muchas de las canciones que me emocionan tienen estribillos imbéciles, simplones, directos, populares y nada sofisticados. ¿A dónde voy cantando cosas como "What´s going on, Still ill, "Cena recalentada cuando llego tarde a casa", "Enamorado de la moda juvenil", "She loves you yeah, yeah, yeah", "London Colling", "What do you to me” , "Alison”, “ Going underground, “ My girl” , “ Head on” , “ De viaje” , “ la noche inventada” , “ Comida china y subfusiles” , “ Afganistán” , “ Ayatola no me toques la pirola”, “ "Perlas ensangrentadas”, “ Bailando” , “ Boys and Girls” , “ Common People”, “ She bangs the drum” , “ Tres años harto”, “ One love”, “ Loaded”, “Wonderwall” , “ The fox in the snow” , “ Canción de G.G. Penningstone” y “Sunday morning”? Si somos lo que comemos no hay color, unos comen Bossa Nova en catalán que es comida elaborada,alimento de personas con gustos refinados y otras llevamos toda la vida con canciones de estribillo popular y si me apuran gilipollas. Mono 3